jueves, 27 de diciembre de 2012

Los Antiguos... un mimo a nuestros sentidos...




 En Los Antiguos el tiempo tiene otro ritmo, muchas veces hasta se detiene, sobre todo cuando una persona observa la belleza milenaria de la Cordillera de Los Andes, el color azulado del Lago Buenos Aires, también cuando uno se va dando cuenta de las formas naturales que tiene esta tierra profunda.


   Este lugar en el mundo es un pueblo pequeño pero de espíritu inmenso, que supo hace muchos siglos cobijar a los antiguos dueños de la tierra cuando venían a pasar su último tiempo antes de mezclarse con la eternidad.

   Lo sencillo aquí se resignifica, se convierte en lo importante. Respirar, observar, sentir, oír, o simplemente caminar hasta las chacras del pueblo, enmarcadas por alamedas de porte añoso, que albergan frutales que son los verdaderos responsables de la producción de cerezas más austral del mundo.
    De ellas, se desprenden aromas a mermeladas y licores en su gran mayoría realizados como lo hacían nuestros abuelos…







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