Cuenta la leyenda que en la selva de Misiones vivían dos tribus enemigas. Pero como siempre pasa en estos casos los hijos de los caciques enemigos, la bella Yete-í y el valiente Caburé-í se enamoraron perdidamente…
Sus tribus no admitieron este amor y lucharon ferozmente…
Truenos ensordecedores hicieron templar el cielo y la tierra, el suelo se abrió para cobijar a los enamorados muertos y en ese lugar los guerreros vieron caer las aguas del arroyo formado por las lágrimas de Yete-í…
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